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10/03/2010 | Declaración Püblica

AMENAZAS SISTEMÁTICAS AL PODER JUDICIAL



El Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires expresa su preocupación por la gravedad institucional que reviste la persistente secuencia de ataques al Poder Judicial como órgano de poder independiente y a los jueces en particular de parte de autoridades nacionales, y lo que es aún más grave, por la propia Presidente de la Nación. De manera sistemática se exteriorizan casi a diario diatribas y descalificaciones públicas al Poder Judicial; cuando no, amenazas o desembozadas presiones a magistrados que intervienen en causas judiciales que resultan sensibles a los intereses del Gobierno Nacional.

Lamentablemente, en los últimos tiempos, desde el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires hemos debido llamar la atención pública acerca de esta severa cuestión en varias oportunidades.

Recientemente un aviso publicitario en el canal público, solventado con fondos del fisco nacional, identifica con nombres y apellidos de dos jueces que fallaron contra la posición del Gobierno. Esta conducta resulta inaceptable por ser contraria a la Constitución Nacional que consagra la separación de poderes. Constituye también un gravísimo acto de intimidación con el cual se pretende influir sobre los jueces según la conveniencia del poder político, y amedrentar a los magistrados que deban resolver otos casos en los que el gobierno tenga algún interés. También se agregan invasiones a la vida privada de los jueces con la finalidad de descalificarlos o condicionarlos.

Estos hechos deben considerarse también a la luz de varias inauditas declaraciones de la Presidente de la Nación ante la propia Asamblea Legislativa y en conferencias de prensa. En ellas se agravia no sólo al Poder Judicial en su conjunto sino también a jueces que dictaron sentencias contrarias a las pretensiones del Poder Ejecutivo. Peor aún, la Presidenta anticipó su decisión de incumplir fallos judiciales adversos en un abierto repudio al orden constitucional, creando así el peligro de un gravísimo conflicto de poderes.

Esta recurrente y creciente espiral de amenazas de toda clase de la cual vienen siendo objeto el Poder Judicial y distintos magistrados, que ya ha merecido un comunicado de la Corte Suprema, exige que ésta, como cabeza de dicho poder, con la prudencia que requiere su rol constitucional, insista en el respeto de la Constitución y la independencia de la justicia. También exige al Congreso de la Nación defender el orden institucional y la plena vigencia de la separación de poderes.